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Las enigmáticas esferas de piedra de Costa Rica hechas por los indios precolombinos y tienen su nominación a futuro como Patrimonio Mundial, esto ayudará a rescatar la memoria cultural de los costarricenses y mostrar al mundo un misterio de una civilización prácticamente desconocida.
Costa Rica presentara en febrero próximo a la Organización de las Naciones Unidas, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la designación de las esferas de piedra como patrimonio de la humanidad, informó el Museo Nacional de Costa Rica.
Para escultor costarricense y "padrino" del evento, Jorge Jiménez Deredia, las esculturas esféricas creadas por los indios Boruca entre el 400 y 1.500 en el sur del país, forman parte de un rico legado que la mayoría de los costarricenses y el mundo no sabe nada.
Según el escultor, las esferas son "una representación simbólica de un poder político y espiritual" un legado "muy específico para Costa Rica", cuya memoria fue "borrada" durante la colonización española.
Los arqueólogos de Costa Rica han descubierto que estos sitios estaban ubicados originalmente en lugares de importancia para los indígenas. Tienen una perfección de redondez del 95% y van desde 10 pulgadas de diámetro hasta 2,57 metros, con un peso máximo de 15 toneladas.
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Según el escultor, estas obras incluyen una manera de "crear una expresión contemporánea" de la cosmovisión de los pueblos indígenas de Costa Rica.
La nominación para ser Patrimonio Mundial se ha estado gestando desde el año 2000 y de acuerdo con los datos que Deredia, ha estado recogiendo, se puede decir que en Costa Rica existe "una cultura importante" que el mundo debe conocer.
Las esferas de piedra fueron descubiertas en 1939 en una antigua finca de 10 hectáreas de banano llamado Finca 6 en la localidad de Palmar Sur, provincia de Puntarenas (Pacífico Sur).
Muchas de estas esculturas fueron removidas de sus lugares de origen, destruidas o dañadas por el mito de que en el interior había tesoros escondidos.
La UNESCO sólo recibe nominaciones en los dos primeros meses de cada año, por lo que el objetivo de Costa Rica es presentar la candidatura en febrero.
Para ello, el museo contrató al restaurador italiano Emiliano Antonelli, quien esta semana concluyó una visita de diez días a los sitios arqueológicos donde inspecciono su estado.
Antonelli analizó 25 esferas de piedra, hay descubiertas alrededor de 200, y se determinó que trece están en mal estado, siete en regular condición, y cinco en buenas condiciones.
Los daños principales son la exfoliación producto de las plantas, erosión y ataques biológicos y microorganismos causados por las altas temperaturas, la humedad, la exposición a la lluvia y el sol.
Las esferas de piedra están alienadas en su posición original, se cree que se relacionan a los equinoccios y solsticios.
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