Los costarricenses celebramos una victoria en la protección de nuestra fauna marina.
El
gobierno de la presidenta Laura Chinchilla firmó el miércoles 10 de
octubre del presente año, un decreto que cierra un portillo a la matanza
de tiburones en los mares de nuestra patria.
Aunque
el aleteo de tiburón está prohibido en Costa Rica desde 2001, la
matanza no cesó. Desde el 2010 hasta la fecha, ingresaron
aproximadamente 15.500 kilogramos de aletas de tiburón al país. El
aleteo ocurre en mar costarricense, se desembarca el producto en países
vecinos y luego ingresa por tierra para ser exportado desde suelo
nacional. Para detener esta tragedia es necesario prohibir la
importación de aletas de tiburón. Eso es precisamente lo que el gobierno
hará.
Esta
medida es una aspiración compartida por miles de costarricenses.
Organizaciones no gubernamentales como el Programa Restauración de
Tortugas Marinas (PRETOMA) han promovido activamente el cambio y nos
hizo ver las graves consecuencias del problema.
Cientos
de ciudadanos firmaron cartas dirigidas al Poder Ejecutivo. En el marco
de esta iniciativa, el expresidente José María Figueres y Sir Richard
Branson, co-fundador del Carbon War Room y emprendedor de prestigio
internacional, solicitaron a la Presidenta de la República su apoyo para
detener esta inaceptable práctica.
Hoy
nos regocijamos por la acción afirmativa del gobierno en este campo y
felicitamos a la Señora Presidenta doña Laura Chinchilla, y al Ministro
de Ambiente, don René Castro, por tan acertada decisión. El decreto
confirma el compromiso de las autoridades costarricenses con la
protección de nuestros recursos marinos y con un proyecto país basado en
la armonía con la naturaleza.
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